Basado en "Avatar"
Clarín estuvo en el estreno del nuevo espectáculo de la compañía, que le permite al público interactuar, mediante una aplicación, a través de los celulares.
Como en "Avatar". James Cameron, el director de la película, fue asesor creativo de "Toruk", lo nuevo del Cirque du Soleil, que se estrenó en Nueva York.
Se apaga la luz y el show comienza con un acto extraño, inesperado: se anuncia oficialmente que los celulares no deben ser apagados. Es más, los espectadores deben permanecer en alerta para poder intervenir con sus teléfonos y ser parte del deslumbrante espectáculo que se despliega delante de sus ojos. Fuego, monstruos voladores, extraterrestresazules, chamanes, montañas, cascadas y ríos en escena. Así, el Cirque du Soleil sorprende con un nuevo espectáculo que se presentó el fin de semana en Nueva York y que es el primero en el mundo en introducir una aplicación especial para que el público pueda participar con sus celulares desde la butaca.
Inspirada en la película Avatar, de James Cameron, el Cirque du Soleil lanzó la gira por Estados Unidos de su show Toruk, el primer vuelo en el Barclays Center, un moderno estadio de Brooklyn con capacidad para 17.000 espectadores. Así, los admiradores de los Na´vi azules, esos seres extraterrestres del planeta Pandora, pueden entretenerse con sus héroes mientras en el cine aún están verdes las planeadas secuelas del original Avatar.
Cameron, que anunció que planifica otras cuatro versiones de su película a partir del 2018, ha dicho que es admirador del Cirque du Soleil y que por eso fue asesor de este show que desembarcó en New York, recorrerá Estados Unidos y luego viajará por América, sin fecha aún de aterrizaje en la Argentina.
La película original, estrenada en 2009, se centraba en el conflicto entre los humanos y los Na´vi, que eran unos extraterrestres de piel azul originarios de Pandora. “Toruk” es el nombre de las criaturas parecidas a dragones de la película y la obra cuenta la historia de unos guerreros Na´vis en busca de objetos sagrados. La acción se desarrolla en el planeta antes de que los humanos hicieran contacto, por lo tanto el show esquiva el problema de cómo retratar a los Na´vi, que supuestamente tienen 3 metros de altura. Así, los gimnastas pueden brillar sin importar su estatura.
En el centro del estadio está montada una escenografía espectacular, con una montaña que se abre y se cierra y escupe monstruos y animales extraños. Hay un altar donde un chamán dedica ofrendas a sus dioses y entre plataformas que se mueven entra y sale un árbol sagrado, pleno de luces y estrellas. Lo más asombroso son los 40 proyectores de video que cuelgan del techo y producen efectos increíbles en la pista. En un segundo la escena se transforma de lava sangrante a un río torrentoso. Desde la montaña caen dos cataratas de agua que parecen que hasta salpicaran y cuando los Na´vi tratan de llegar a la cima, se produce un derrumbe que se ve tan real que es una escena que envidiaría cualquier director de Hollywood.
Uno de los puntos más originales del show es que los espectadores entran en el juego durante la función. Antes de ingresar al estadio se les pide que se bajen al celular una aplicación especial diseñada por una empresa de tecnología para el espectáculo. Así, el público debe estar atento a que el teléfono vibre. Cuando esto sucede, aparece un mensaje en el que se le indica qué paso seguir, por ejemplo, apuntar con la pantalla hacia el escenario. Así, la escena se extiende desde donde están los personajes hasta las butacas. Por ejemplo, en un momento donde se desarrollaba una feroz tormenta en la pista, la gente podía ver rayos y luces entre los protagonistas, pero también se sumaban al show las pantallas centelleantes de los teléfonos desde todas las plateas. La tecnología es sencilla y puede ser manipulada sin problemas por chicos y abuelos. Aunque original y divertida, quizás la novedad distraiga un poco la mirada de la obra.
Toruk, el primer vuelo es un show diferente a otros del Cirque du Soleil. Es más teatro que circo y se escuchan algunos parlamentos de los personajes que relatan la trama, algo que es inusual en los espectáculos del grupo canadiense. Sin embargo, la obra conserva la tradicional impronta de la brillante destreza de los gimnastas, el enorme despliegue escenógráfico y el magnífico vestuario y maquillaje.
Cameron, que asistió al estreno de la obra, dijo que guió al equipo delCirque, pero señaló que permitió que los guionistas y directores, Michel Lemieux y Victor Pilon, tuvieran libertad creativa. “Curiosamente, al tener sus propias herramientas, los chicos del Cirque terminaron resonando creativamente de una manera muy, muy cercana a la película y su saga”. Así, los seres azules tienen ahora en “Toruk” un lugar donde quedarse.