Lo que viene

Los fanáticos de Woody Allen son, como todo el mundo sabe, numerosos en nuestro medio. Fieles y pacientes. Desde que en las últimas temporadas el Festival de Cannes le ha ofrecido sus pantallas para que dé a conocer cada año sus nuevas ocurrencias, todos saben hasta cuándo habrá que esperar que se produzca su lanzamiento en la Argentina. Así que hace rato sus fans ya anotaron que este año, septiembre traerá, además de la primavera, las imágenes de su más reciente creación, Café Society, cuyo estreno se anuncia para el jueves 1º. De modo que ha sido muy oportuno el Cultural San Martín al decidir este mes exhibir algunos de los títulos más celebrados de la colección del autor de Manhattan y La rosa púrpura de El Cairo, con los que se inauguró la muestra. Y aunque estemos ya muy próximos al final del mes, y del ciclo, todavía quedan unas cuantas exhibiciones para tomar en cuenta (como por lo general conviene hacer con la programación cinematográfica del Centro). Hoy, por ejemplo, la oferta es doble y abarca facetas bien distintas del neoyorquino. Son Maridos y esposas (1992) a las 17 y Crímenes y pecados (1989), a las 19.30: las dos podrán verse también el 27. El jueves será el turno de Disparos sobre Broadway (1994), y el viernes (a las 17) de Manhattan (1979) y ( a las 19.30 ) de Días de radio (1987). Para el cierre del 28 quedan La rosa púrpura de El Cairo y Hannah y sus hermanas. Para ponerse en clima.

Fernando López

Detrás de los bloopers

Se puso de moda desde hace tiempo una manera muy cómoda, barata y pueril de hacer televisión: usar a internet como fuente y materia prima, mediante la compilación de imágenes de episodios caseros risueños (bloopers) o experimentos temerarios de todo tipo que terminan mal. Por suerte, no todo es pereza o patética búsqueda de fama fugaz. Además de ensambladores de videos, hay gente que sabe de televisión y piensa cómo aprovechar de la mejor manera esta antología de torpezas repetida hasta el infinito en la Red y también en la pantalla. Así apareció en 2014 en la señal televisiva de la prestigiosa National Geographic (Nat Geo TV), como parte de una ola de propuestas ligadas a la búsqueda de explicaciones científicas a partir de hechos de la vida cotidiana. Así nació La ciencia de lo absurdo, un programa que sale a buscar explicaciones rigurosas detrás de la dinámica de los bloopers y a mostrarnos que detrás del ridículo de una caída involuntaria o un accidente risueño también hay referencias conectadas con varias disciplinas e investigaciones serias. Para la versión argentina del programa, Nat Geo tuvo otra buena idea: convocar para la conducción a Marley, la figura local que mejor provecho saca de la sana costumbre de reírse de sí mismo. La llegada de una tercera temporada muestra que la idea funciona.

Marcelo Stiletano

Sonido verde amarelo

El ciclo verde amarelo es la manera como los programadores de Centro Cultural Kirchner decidieron denominar la serie de conciertos que por allí pasan desde junio pasado. Los colores de la bandera del Brasil dan la información necesaria para este fin. Claro que es un país grande y populoso, con tantas músicas diversas y artistas que es difícil de abarcar sólo en una serie de conciertos. Pero esa no era la idea. Verda amarelo tiene un perfil bastante definido sobre lo que quiere mostrar y a quiénes quieren convocar. Los matices se ven con la grilla de conciertos. El encargado de la apertura fue Arnaldo Antunes. Luego pasó el chelista Jaques Morelenbaum, con su proyecto Samba Trío. El próximo sábado será el turno de Egberto Gismonti. El 3 de septiembre está programado Moreno Veloso y el 26 de noviembre César Camargo Mariano. La información que trae el ciclo dice que el concierto de Gismonti será una retrospectiva de su obra. Buena oportunidad para el que quiera conocerlo, porque este músico que está cerca de los setenta es uno de los principales eslabones que conecta, en la historia de la música del Brasil, ciertas raíces populares con lenguajes académicos, sin que transcurran por el terreno de la música clásica. Una figura notable que siempre vale la pena escuchar.

Mauro Apicella

Se huele mal en Formosa

Con nuevas escenas, acentos más sombríos para hablar de la corrupción política y otro elenco que encabezan Bárbara Masso, Yanina Gruden y Ariel Pérez de María, Paula Schiavon, Diego Bendetto y Julian Cheetkoff, se estrena Adela está cazando patos. La dramaturga y directora Maruja Bustamante propone una reescritura de su propia obra de 2008, inspirada, a su vez libremente, creativamente en el celebérrimo Hamlet, de Shakespeare, fuente inagotable de versiones teatrales, cinematográficas, televisivas. En esta oportunidad, el príncipe se transmuta en una joven de la alta burguesía que en la calurosa siesta provinciana recibe la visita de su padre, alto funcionario recientemente muerto. El hombre se presenta travestido con brillos de duende hermafrodita y dice haber sido asesinado. Adela, la hija, se vuelve detective amateur a la caza de culpables, desairando a su enamorada Olivia, mientras que una madrastra veleidosa se asocia al Chakal, siniestro personaje que va detrás del poder y el dinero. Ulises, hermano de la protagonista, se desentiende y sólo piensa en viajar. En los apagones se proyecta una misteriosa frase en lengua qom. Una tragedia en clave de humor negrísimo, donde hasta el agua de la pileta es densa y oscura mientras resuenan en vivo "Pet Cementery", de The Ramones, y otros temas versionados en vivo por Gonzalo Pastrana.

Moira Soto

Ginastera por Ascot

Ginastera le hablaba a Luis Ascot. Aquí y en Ginebra. Le hablaba de su música y de cómo quería que sonara. Siempre le hablaba, porque confiaba en los dedos de Ascot. Y en la cabeza. Ginastera y Ascot eran amigos. Todas las tardes, cuando terminan sus clases en el Conservatorio de Ginebra (ciudad en que reside desde 1971, gracias a una beca del gobierno suizo y donde ahora el argentino ya es profesor) Ascot se sienta al piano y traduce sobre el teclado algunas de las reflexiones de Ginastera. Con los años, se ha transformado en el especialista que sabe todo sobre el compositor. Y en su vocero, porque cada vez que es convocado para dar conciertos, en Europa y en los Estados Unidos, la especialidad aparece como centro de sus programas. El miércoles, en la sala del Palacio Paz, Santa Fe 750, Luis Ascot inaugura el ciclo de Chopiniana, la institución que desde hace años dedica sus actividades a la música pianística, bajo la conducción de la prestigiosa intérprete local Martha Noguera. Ascot tocará una miscelánea de compositores que incluye Haydn, Chopin, Piazzolla y Liszt. Pero su recital comenzará con la internacionalmente celebrada Milonga, de Ginastera y concluirá con la Primera sonata que escribió en 1954, obra que inicia uno de los períodos más interesantes del creador y durante el que producirá su Pampeana nº 3 y el Segundo cuarteto de cuerdas.

Jorge Aráoz Badí